¿Es un pájaro? ¿Es un avión? No. Son termitas aladas.
Es esta la época propicia para observar lo que no es más que una de las formas más fáciles de identificar termitas.
En lo que se refiere a las termitas subterráneas1, que son las que nos solemos encontrar, en primavera es cuando forman el enjambrazón, una especie de nube formada por termitas aladas reproductoras que salen volando al exterior desde el termitero en vuelo nupcial. No en vano, diferentes estudios han relacionado la radiación solar recibida por el nido con la formación de estos fenómenos. Junto con este factor también opera la humedad, pues suelen producirse unos días después de un episodio de lluvia.
Pues bien, estas termitas aladas o reproductoras son producidas en gran número por las colonias que alcanzan determinado nivel de madurez, y cuando se dan las condiciones emprenden el vuelo para conquistar nuevos emplazamientos. La función principal del enjambre es la dispersión de los individuos sexuados para la fundación de nuevas colonias.
Dispersión de las termitas
A diferencia de otros insectos, como las abejas melíferas y las hormigas, los machos y hembras de las termitas no se aparean durante la enjambrazón, sino después.
El vuelo de las termitas es débil y vacilante pues carecen de músculos adecuados en las alas y no poseen ningún aparato para acoplar y coordinar las alas frontal y posterior de cada lado; sin embargo son a menudo transportadas ayudadas por las corrientes de aire.
Las termitas cuentan con innumerables enemigos -aves, murciélagos, lagartos e insectos-, a los que estas formaciones no les pasan desapercibidas, por lo que estos enjambres se acaban viendo reducidos en su éxodo, pero al utilizar la estrategia del número logran el objetivo, que no es otro que asegurar que un número suficiente pueda colonizar nuevas localizaciones y fundar termiteros.
Pierden las alas y se aparean
En un momento determinado las termitas dejan de corresponder a los estímulos de la luz y otros factores que les hacen volar lejos y hacia lo alto, y caen al suelo. Casi inmediatamente se desprenden de las alas, lo que consiguen arqueando fuertemente el cuerpo para oprimir las puntas de las alas hacia atrás contra el suelo, o a veces retorciéndose y frotándolas contra objetos duros.
Así pues, es frecuente encontrarse con montones de alas, que señalan tanto el final de un enjambrazón como la misma presencia de estos temidos insectos. Insectos que es importante distinguir claramente de las hormigas aladas, mucho menos peligrosas en cuanto a la capacidad de causar daños en la madera que podemos tener en casa. Para conocer como distinguir unas de otras te dejamos aquí este artículo
Una vez fuera del nido, las termitas buscan a un individuo del sexo opuesto, remueven sus alas, y juntos deciden donde será su nuevo nido, que es a lo que cada pareja dirige su atención. Uno de los individuos (normalmente el macho) sigue el final del abdomen del otro individuo y se mueven juntos en un evento conocido como “tándem”.
Para la decisión de donde instalarse, normalmente buscan grietas en el suelo o en la madera podrida y húmeda. Las lluvias pasadas permiten suavizar el suelo y la madera, y ello facilita que las parejas puedan hallen un lugar adecuado. Hasta que no han encontrado o preparado una cavidad adecuada y están encerrados con seguridad en ella, cosa que a veces lleva semanas.
Una vez dentro del nido, la pareja se reproduce y la ex-alada que pasa a ser reina producirá los huevos que serán el inicio de una nueva colonia.
¿Qué puede significar encontrar termitas aladas?
Si descubres aladas o restos de alas en tu casa o instalación has de pensar que o bien las tienes en el edificio o bien han escogido ese lugar para fundar una nueva colonia.
Otras formas de identificar presencia de termitas.
Otros síntomas que indican presencia de las termitas subterráneas son:
• Rastros en la pared: restos de barro, durezas y grumos pastosos colgando del techo.
• Daños en la madera: deterioro de la estructura de la madera e incluso decoloración de la misma, en ocasiones con rastro de barro seco a su paso.
¿Cómo actúan las termitas sobre la madera?.
Las termitas atacan tanto frondosas como coníferas, en concreto la mayor parte de las especies de madera existentes en edificios antiguos de Galicia (castaño, roble, pino, eucalipto, etc.) y las galerías las confeccionan en paralelo a la dirección de la fibra, separadas entre si por una capa fina de madera (lo cual consigue que tenga un aspecto de hoja de libro). La superficie de la pieza va a quedar intacta, si bien en ocasiones sobre superficies barnizadas o pintadas pueden apreciarse ondulaciones y/o decoloraciones sintomáticas de un ataque interno.
En la mayor parte de los casos, el ataque se ve favorecido a humedad elevada en la madera por infiltraciones de agua a través de la cubierta, apoyos de las cabezas de las vigas en los muros, extremo inferior de los cercos de puertas, ventanas, etc.
Está en marcha una iniciativa colaborativa para conocer la distribución geográfica de las termitas que puedes consultar aquí. Aún se puede considerar incompleto pero ayuda a irse haciendo una idea de su extensión por el territorio, pues ya son numerosos los ayuntamientos consignados, especialmente de las áreas de A Coruña y Ferrol (Valdoviño, Neda, Pontedeume, Betanzos, Irixoa, Paderne, Bergondo, Cambre), Santiago de Compostela en dirección a la costa de Noia y Muros, provincia de Pontevedra, Mariña lucense (O Vicedo, Foz, Alfoz, Viveiro e Ribadeo) y algunos puntos de la provincia de Ourense.
Para saber cómo podemos resolver el problema que puedas tener, te dejamos aquí más información.
1 Las que tienen mayor presencia en Galicia es la Reticulitermes s.p.p., la termita subterránea. Tienen el nido principal en el subsuelo (a 25 m. de profundidad), con un solo centro reproductor, o bien con varias unidades interconectadas. Los nidos alcanzan los miles, e incluso millones, de individuos. Desde ahí excava galerías de ascensión y canales de progresión para poder llegar a la madera.