Protocolo de actuación en cascos urbanos afectados por problemas de termitas subterráneas.
En este artículo queremos ayudar a presentar la que viene a representar la primera herramienta en el Estado español para la Administración Pública para acometer los problemas de termitas en cascos urbanos. Esta tiene carácter de norma AENOR: UNE 56418:2016
Por medio de ella se establece un protocolo de actuación para cuando tenga lugar un caso de termitas subterráneas en un edificio público o privado de cualquier municipio de España.
Se trata de un documento técnico redactado por el grupo de trabajo de expertos de termitas del Subcomité 4 «Protección de Maderas del Comité Técnico 56 «Madera y Corcho» de la Asociación Española de Normalización (AENOR).
Se corresponde con una idea de, fundamentalmente, profesionales del sector de control de plagas con experiencia en aplicar sistemas para control de termitas en edificios.
¿A quién va dirigida?.
1.- Administraciones públicas.
2.- Organizaciones y empresas de tratamientos, en el caso de que un conjunto de edificaciones se vea afectado por un ataque de termitas subterráneas.
Pero sobre todo a la administración local, ante la que se erige como primer documento base para la toma de decisiones cuando se presentan casos de presencia de termitas en los edificios ubicados en cualquier municipio.
¿Cuáles son los síntomas de la presencia de termitas subterráneas?
Las termitas no son fáciles de ver a simple vista, pues desarrollan su vida ocultas. Aún así, sí podemos observar los reproductores alados en la primavera, cuando realizan sus vuelos nupciales para la reproducción y formación de nuevas colonias.
Ocasionalmente también podríamos tener la oportunidad de encontrar obreras en estructuras de madera o próximos a ellas, bajo la forma de insectos con aspecto blanquecino y con patas, con un cierto parecido a las hormigas.
Resulta más frecuente encontrar signos de su actividad. Lo más característico es la presencia de canales de aspecto terroso en paredes y /o elementos de madera y madera deteriorada con restos de detritos, como podemos apreciar en las imágenes.
¿Qué daños pueden provocar las termitas?
Se sabe que en 5 años una colonia de termitas puede deteriorar la estructura de madera de un edificio hasta requerir intervenciones importantes de restauración, consolidación y/o sustitución de las estructuras portantes.
La norma establece un protocolo y una sistemática de actuación
Este protocolo figura representado en la siguiente imagen, acompañado del flujo de actuaciones que se desprenden de el.
¿Cuáles son los edificios a considerar?
Esta herramienta sistematiza las situaciones que podemos encontrar y a las que debemos prestar especial atención.
Caso 1. Edificaciones donde se ha detectado presencia de termitas y se va a realizar o se ha realizado un
tratamiento de control.
En el caso que haya sido con cebos, utilizando los mismos monitores o detectores que se
usaron en la fase anterior, la duración de la fase de monitorización y vigilancia no debe ser inferior a 24 meses. En
aquellos casos que se haya realizado la fase de control con otro método, se deben colocar detectores para
monitorizar y establecer un periodo de vigilancia de duración igual al anterior (24 meses), o en su defecto se puede
adjuntar un certificado de eliminación y un programa de mantenimiento o garantía de al menos 24 meses.
Caso 2. En edificios públicos o de concurrencia pública cuyas estructuras de madera principales o secundarias (rastreles que soportan placas decorativas, tarimas, escaleras, etc.), no estén a la vista
En los que, por tanto, su deterioro no sea perceptible y su desprendimiento pueda ocasionar un daño a sus ocupantes o usuarios. El objetivo de la monitorización en este caso es el de vigilar aquellas partes de madera o compuestas por celulosa de la instalación, que se consideran importantes para garantizar la seguridad de sus usuarios. En estos casos, mientras exista riesgo de la aparición de termitas debe existir una vigilancia o monitorización específica.
Caso 3. Edificaciones cuyo nivel de tolerancia de insectos que digieren madera o celulosa sea cero.
Por ejemplo aquellos edificios o instalaciones en contacto directo con la tierra, o los que posean en su estructura o en su interior elementos en madera o celulosa que estén considerados como un bien patrimonial o cultural protegido, como pueden ser maderas molduradas, talladas, esculturas o archivos históricos, incluyendo cualquier instalación o inmueble que requiera por su estructura o funcionamiento la ausencia total de termitas. Al igual que en el caso 2 su monitorización deberá ser continua mientras exista el riesgo de padecer un ataque de termitas.
Caso 4. Zonas que por sus características del entorno y de ordenación del medio se hayan catalogado como de riesgo en la fase de diagnóstico.
En este caso, al igual que en los dos anteriores la vigilancia ha de mantenerse mientras exista riesgo de aparición y proliferación de termitas.
Para saber más sobre sistemas de tratamiento para el control de termitas puedes consultar aquí
• Este artículo fue elaborado utilizando material de Francisco García, Jefe de Producto de Exterra